
Tamara vive en una islita perdida en el atlántico, lugar donde no existen las preocupaciones ni la maldad.
Le gusta mucho andar en bicicleta, le encanta sentir el viento sobre su carita en las bajadas que revuelven y desarman sus bucles, que luego vuelven a armarse en las subidas.
Todas las tardes agarra su mochilita y parte con un único destino que parece estar esperándola. Es inexplicable, pero entre cientos de médanos exáctamente iguales ella encuentra siempre el suyo; se sienta con sus dos piernitas estiradas a mirar como el sol se zambulle en el mar.
Tiene calculado el tiempo exacto, abre su mochila y saca sus galletas de arroz; a la tercer galleta el sol se apoya sobre el agua haciéndola rebalsar en sus grandes ojitos almendrados.
Saca de su bolsillo un diminuto frasquito con el que cuidadosamente captura las lágrimas que corren por sus cachetes pecosos, y cuando el sol ya no se ve pero se siente en la atmósfera teñida de fuccias y colorados; se descalza, camina hasta la orilla del mar y deja caer las lágrimas de su frasquito sobre la primer ola que rompe contra sus piecitos descalzos.
El paisaje le regala esas gotitas de emoción, y ella decide devolvérselas para que se las regale nuevamente al otro día.
5 comentarios:
I'm glad U like it. It's my collection . The lomo style photo is great.I'll post another one photograph by myself soon.
^o^
vero!
me encantó ver la foto y qe cuentes la rutina de la nena, el frasqito..
se ve super clara toda la secuencia muy linda, como mucha calma.
y no sabia de tu blog!! tenes nueva lectora
beso!
hola verito!!!, muy lindo lo que escribiste. la verdad!
te mando un beso grande, cuidate mucho!
ELEMI
q lindo =)
Vero, gracias por tu visita ¡¡me ha encantado esta historia!! abrazos!!...
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